El descubrimiento de algunas galaxias por el James Webb complica a las teorías actuales de la astronomía.

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James Webb ha llegado para hacer historia y así lo ha hecho nota en su último descubrimiento: seis galaxias masivas antiguas cuya existencia desafía a las leyes actuales que rigen el espacio.

Así lo han señalado los investigadores de estas nuevas imágenes en un artículo en Nature, refiriendo a que estas galaxias datan de al menos 500 millones de años después del Big Bang, un tiempo muy pequeño para astros de tal magnitud.

En aquel momento del universo, este solo tenía un 3 % de su edad actual. Dicha época era muy caótica, por lo que, en teoría, no deberían haberse creado galaxias tan masivas en aquel tiempo.

“Estos objetos son mucho más masivos de lo que nadie esperaba”, dijo Joel Leja, profesor asistente de astronomía y astrofísica en la Universidad Estatal de Pensilvania y coautor del estudio. “Esperábamos encontrar galaxias pequeñas, jóvenes y bebés en este momento, pero hemos descubierto galaxias tan maduras como la nuestra en lo que antes se entendía como el amanecer del universo”.

Mientras revisaba las imágenes, la Dra. Erica Nelson, de la Universidad de Colorado Boulder, y coautora, detectó una serie de “puntos borrosos” que parecían inusualmente brillantes y rojos.

Dicha característica es un indicador de edad ya que, a medida que la luz viaja a través del universo en expansión, se desplaza hacia el rojo. ¿De qué edad estamos hablando? De galaxias de 13 500 millones de años.

Los modelos existentes sugieren que después de un período de rápida expansión, el universo pasó unos cientos de millones de años enfriándose lo suficiente como para que el gas se fusionara y colapsara en las primeras estrellas y galaxias que comenzaron a formarse, un período conocido como la edad oscura.

James Webb detectó en diciembre pasado cuatro galaxias que datan de solo 350 millones de años después del Big Bang. Sin embargo, dichos astros eran mucho más pequeños, por lo que, más allá del valor y récord histórico de las galaxias más antiguas, no generaron mayor conflicto a la ciencia.

En esta oportunidad, se cree que las seis galaxias descubiertas pueden albergar miles de millones de estrellas del tamaño del Sol, poniéndolo a la par de la Vía Láctea.

El equipo planea obtener imágenes de espectro, que pueden proporcionar información de distancia más precisa y permitir mejores estimaciones de masa. “Un espectro nos dirá inmediatamente si estas cosas son reales o no”, dijo Leja.