El Derecho a la Ciudad ¿DÓNDE ESTÁN LOS ARQUITECTOS? Salvador García Espinosa

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A propósito de la 4a Asamblea de la Región II de la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana, llevada a cabo la semana pasada en la ciudad Uruapan, se tuvo la presencia del Arq. José Luis Cortés Delgado, presidente de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), quien en su intervención señaló, a propósito del origen de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), fundada en 1948 debido a que “al finalizar la Segunda Guerra Mundial, y ante la destrucción de muchas ciudades, principalmente en el continente europeo, sociedad y gobierno tuvieron que hacer frente a su reconstrucción, y en dicho proceso la pregunta que surgió fue: ¿Dónde están los Arquitectos?

Hoy en día, ante la problemática que enfrentamos respecto del Cambio Climático, las dificultades relativas a la movilidad urbana, que ya forma parte de nuestra cotidianeidad, las carencias cualitativas y cuantitativas en materia de vivienda, áreas verdes, equipamientos de salud, culturales y educativos, una permanente tendencia a la expansión de áreas urbanas sin control ni respeto por el entorno ambiental, etc. Seguramente, más de una vez nos hemos preguntado: ¿Dónde están los Arquitectos?

La respuesta es sumamente compleja, pues la ciudad es resultado de una colectividad, y por lo tanto involucra muy diversos actores en variedad de procesos. Una cosa es definir los objetivos del desarrollo, otra muy diferente diseñar el programa bajo el cual se deberían desarrollar todos y cada uno de los componentes de la ciudad. Parte importante resulta la dimensión legislativa, en ocasiones más política que jurídica, y fundamentalmente la etapa de administración del desarrollo urbano, que generalmente le compete a la autoridad municipal, y corresponde a las autorizaciones y permisos de construcción tanto de obra pública como privada.

Ante estas y otras preocupaciones, las organizaciones gremiales de Arquitectos, (como acontece con otras profesiones), busca incidir, no sólo para el mejor ejercicio de la profesión, sino para perfeccionar y garantizar los procedimientos de actuación que permitan potenciar el desarrollo profesional en una mejor ciudad. Es así como en este contexto surge el interés por conocer la perspectiva de futuros profesionistas, y se realizó una mesa redonda que tuve la oportunidad de moderar, entre alumnos de diversas escuelas de Arquitectura y diversos responsables de Colegios de Arquitectos y la propia FECARM. Sintetizo a continuación algunos de los aspectos que considero más relevantes:

La inmediatez global. La disponibilidad de información en tiempo real sobre lo que acontece en todo el mundo propicia que los jóvenes futuros arquitectos, conozcan de los despachos, obras y las tendencias de la arquitectura. Sin embargo, destacaron la necesidad de que los ejercicios de la academia se inserten en este contexto, pues en muchas ocasiones se tratan de proyectos tipo alejados de la realidad actual. En este sentido, visualizan que los Colegios de Arquitectos deberían fomentar el desarrollo o participación de la academia en concursos nacionales e internacionales. Las oportunidades que mencionaron los jóvenes son diversas, van desde conocer la forma en que se presentan los proyectos, hasta las herramientas digitales utilizadas, pero sobre todo y lo más importante, “medirse” en términos de su competitividad frente a sus similares de otras partes del mundo.

Preocupación por lo social. De la misma forma en la que se encuentran inmersos en la globalidad, su preocupación por lo local se acentúa, saben y están conscientes de que cada proyecto debe aportar a una mejor ciudad, pero que, en muchas ocasiones, el habitante, no el usuario del proyecto, sino el individuo que transita por esa calle donde se ubica el proyecto, es ignorado en sus necesidades de confort y seguridad. Fue grato escuchar en los jóvenes participantes una contante preocupación por la dimensión social de la Arquitectura.

Retos de beneficio real. Frente a ejercicios académicos ficticios, los participantes se pronunciaron porque se construya una mayor vinculación entre las autoridades gubernamentales y las educativas, para fomentar el desarrollo de proyectos que atiendan las necesidades sociales de su entorno conocido e inmediato. Se identifica un entusiasmo por contribuir a la solución de problemas.

El tema tabú del cobro de honorarios. Las generaciones actuales se han caracterizado por ser disruptivas, por cambiar estándares y por conceptualizar muchas de las cosas desde una perspectiva más pragmática con respecto a la utilidad, y es en este contexto, que consideran que dentro de la enseñanza de la Arquitectura un aspecto fundamental debe ser lo relacionado con los honorarios, no sólo sobre cuánto se debe cobrar, sino las estrategias y procedimientos para protección del profesionista, tanto en lo legal, como en términos de la autoría intelectual de los proyectos.

Los jóvenes y futuros profesionistas tuvieron oportunidad de escuchar de propia voz de los dirigentes gremiales las coincidencias de sus planteamientos con las actividades gremiales, como es el caso de las propuestas de aranceles, la figura de miembro adherente para los jóvenes que ingresan al Colegio antes de obtener su título y cédula, etc. Pero, aun así, queda de manifiesto una gran área de oportunidad que demanda una campaña permanente de los Colegios en las instituciones educativas, para dar a conocer las ventajas que representa el colegiarse para recibir asesoría, respaldo jurídico, intercambio de experiencias y demás aspectos inherentes al ejercicio profesional de los arquitectos, aunque lo dicho aquí aplica seguramente para otras profesiones.

Mi reconocimiento y agradecimiento al Colegio de Arquitectos del Centro del Estado de Michoacán, por su exitosa convocatoria y por su destacada participación a Daniela Santillán Trujillo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Frida Ochoa Madrigal del Centro de Estudios Universitarios Vizcaya, Alexis Salvador Martínez Coria de Universidad Contemporánea de las Américas, Juan Pablo Hernández Gomar, por el ITESM-campus Morelia, Claudia Gabriela Herrera Camacho, de la Universidad Don Vasco, Arturo Ayala, de la Universidad Latina de América, y por parte del Tecnológico Nacional de México Campus Jiquilpan, Maki Anahí Castillo Ibarra y Elíseo Hernández Cháve