Descubren en Australia un meteorito de 4.600 millones de años que fue confundido con una pepita de oro

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Un hombre llamado David Hole, mientras exploraba el Parque Regional de Maryborough cerca de Melbourne, Australia, en 2015, hizo un descubrimiento sorprendente. Utilizando un detector de metales, encontró una roca pesada y rojiza con algunas partes teñidas de amarillo, convencido de que se trataba de una pepita de oro en su interior. Sin embargo, su sorpresa fue aún mayor cuando se descubrió que era un meteorito que se había estrellado en Australia hace 4.600 millones de años.

Después de no poder abrir la roca para encontrar el supuesto oro, David Hole la dejó acumulando polvo en un estante durante seis años antes de llevarla al Museo de Melbourne. Allí, los expertos confirmaron que se trataba de un auténtico meteorito que había viajado a través del espacio antes de estrellarse en la Tierra.

Dermot Henry, geólogo del museo, señaló que este tipo de descubrimientos son extremadamente raros, y en sus 37 años de trabajo solo se ha topado con dos meteoritos genuinos. El meteorito, conocido ahora como el “meteorito Maryborough”, pesa alrededor de 17 kilogramos y está compuesto de hierro y níquel.

El análisis de datación por carbono reveló que el meteorito estuvo en la Tierra entre 100 y 1000 años, y los avistamientos previos de meteoritos en la región ofrecen pistas sobre cuándo pudo haber ocurrido el impacto.

Los meteoritos como este son valiosos tanto para la comunidad científica como para los coleccionistas, y su precio puede variar enormemente según su rareza, tamaño, condición y apariencia estética. Los precios pueden oscilar desde unos pocos dólares hasta cientos de miles.

Este caso recuerda otro descubrimiento similar en el que una roca espacial tardó 80 años en ser reconocida como meteorito. Estos hallazgos son de gran importancia científica, ya que proporcionan información sobre la formación y química del sistema solar.

El “meteorito Maryborough” se une a la lista de impactantes descubrimientos de meteoritos, como el reciente meteorito Winchcombe en el Reino Unido, que dataría del comienzo del sistema solar, con una antigüedad de 4.500 millones de años.

Los meteoritos son verdaderas ventanas al pasado que nos transportan en el tiempo y nos brindan pistas sobre la historia y formación de nuestro sistema solar.