A pocos días de presenciar el eclipse solar, muchas personas comienzan a vender y comprar gafas para poder apreciar este suceso, sin embargo, no te dejes engañar, pues ver el eclipse sin la protección adecuada podría causar daños irremediables en la retina.
Ante las posibles estafas con las gafas la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS) ha compartido ha compartido tres sencillas pruebas para confirmar su originalidad:
- Ponte los anteojos dentro de un interior, como una habitación, y mira a tu alrededor. Al ponerte los anteojos, no deberías ver nada ya que estos filtran casi todo tipo de luz. Si logras detectar objetos, siluetas de muebles o la pared, tus lentes no son seguros.
- Si pasaron la primera prueba, continua con el paso dos: salir al exterior. Usa los lentes en un día soleado, pero no mires directamente al Sol. Si no logras ver nada, tus anteojos han pasado la prueba. En esta etapa, la luz del Sol puede hacerse presente, pero de manera tenue, es decir, debería ser bastante débil.
- Echa un vistazo de menos de un segundo al Sol. “Deberías ver un disco redondo y de bordes afilados (la “cara” visible del Sol) que es confortablemente brillante”, explica la AAS. La Sociedad asegura que, “dependiendo del tipo de filtro de las gafas, el Sol puede lucir de color blanco, blanco azulado, amarillo o naranja”.
