A bordo de camiones, camionetas y casas rodantes con imágenes de Trump, cientos de personas llegaron a Quemado, Texas, para protestar contra la migración y “recuperar” la frontera
En Quemado, en medio del valle es por donde discurre el río Bravo o Grande, la frontera natural entre Estados Unidos y México y por el cual, cruzan cada mes miles de migrantes que emprenden largas travesías desde América Central y del Sur en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos.
Días antes, una de las organizadoras del evento afirmó que los participantes eran el “Ejército de Dios” (God’s Army).
Bajo el lema “Take our border back” (Recuperemos nuestra frontera), estos activistas iniciaron esta última semana convoyes desde distintas partes del país hacia poblados de la frontera sur para acampar allí este fin de semana.
“La migración en la frontera está fuera de control. Estamos siendo invadidos y necesitamos controlar lo que está sucediendo”, dijo Robyn Forzano, de 43 años, quien controla el acceso al rancho en Texas.
